“Al igual que los indígenas, las mujeres estamos conquistando un espacio de igualdad en el mundo político donde quisiéramos marcar una diferencia. Amo a Bolivia, amo a mi gente, siento un compromiso profundo con su futuro y, en particular, con los humildes y su destino”
Ana María Romero de Campero (CNDH, s/f).
Periodista, escritora, activista, primera defensora del pueblo y promotora de la cultura de paz en Bolivia. Nació en La Paz el 29 de junio de 1941, hija de Tina Mary Pringle y Gonzalo Romero Álvarez García. Contrajo nupcias con Fernando Campero, al que consideró alguien muy importante en su vida ya que, a diferencia de lo que sucedía en las décadas de 1960-70, “fomentó y colaboró (…) para que pudiera terminar el bachillerato (…) puesto que años antes, por temas económicos, su familia paterna la retiró del colegio y ella se dedicó a trabajar. Posteriormente, Fernando Campero también la apoyó para que estudiara una carrera universitaria, cuando en esa época la gran mayoría de las mujeres estaban limitadas a solo ser esposas, madres y amas de casa” (Sandoval, Portugal y Villegas, 2022: 28).
En 1976, se graduó como periodista de la Universidad Católica Boliviana (UCB), trabajó en la Agencia de Noticias Fides (ANF) hasta 1979 y dirigió por siete años el matutino Presencia. Con los años no solo se destacó en el ámbito periodístico y comunicacional, fundamentalmente, promoviendo la interculturalidad, la erradicación de la discriminación, la defensa de los derechos humanos y la promoción de la paz, sino que comenzó a posicionarse en un espacio reservado tradicionalmente para los varones; aportando en la visibilización y valorización de otras mujeres.
A finales de la década de 1990, el Estado boliviano creó la figura de la Defensoría del Pueblo, “Anamar” —como también era conocida— fue elegida por el entonces Congreso Nacional para ocupar dicho cargo entre 1998-2003. A partir de este importante espacio “desplegó una gran campaña de promoción de los derechos humanos de sectores ignorados hasta el momento en la sociedad boliviana, como los homosexuales, las prostitutas y los indígenas trabajadores urbanos y rurales” (eabolivia, 2010). Mientras desempeñó el cargo la situación socio-política y económica de Bolivia tornó cada vez más compleja y delicada, llegando a denunciar acciones del gobierno, la prensa y la injerencia estadounidense.
Por ejemplo, en noviembre de 1998 denunció al gobierno del otrora dictador coronel Hugo Banzer Suarez, quien impulsó —bajo los auspicios y financiamiento del gobernó de Estados Unidos— la política “Coca 0”. Por entonces, Romero “exhibió fotos de casas y campos quemados, comercios saqueados, mujeres y niños campesinos con cara de susto y denunció que el Ejército y la Policía Antinarcóticos aterrorizan al Chapare” (Lehman, 1999: 223), una de las principales zonas de producción de hoja de coca del país.
En esa misma línea, en 2001 se conoció que la Oficina de Asuntos Antinarcóticos (NAS) de la embajada de Estados Unidos comenzó a financiar a la denominada Fuerza de Tarea Expedicionaria (ETF). Ana María Romero “caracterizó a las tropas de la ETF como mercenarios y afirmó que el ejército boliviano no estaba autorizado a aumentar sus filas sin la aprobación del Congreso. Los comandantes y las tropas de la unidad admitieron que la base de la unidad eran ‘manos contratadas’ [mercenarios]” (Youngers y Rosin, 2005: 155).
Con el antecedente de la Guerra del Agua (2000), el año 2003 iniciaba la Guerra del Gas. El gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada ordeno una represión violenta que derivó en la muerte de 29 alteños. En signo de protesta, Anamar encabezó una huelga de hambre en La Paz, que sumadas las multitudinarias marchas de sectores populares y de clase media derivaron en la renuncia del presidente (Opinión, 2010).
En 2009, decide aceptar la invitación del Movimiento Al Socialismo – Instrumento por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) para candidatear por la primera senaturia por el departamento de La Paz. No solo ganaría el cargo, sino que sería nombrada presidente de la Cámara de Senadores, “cargo en el que se propuso actuar como un puente de comunicación y consenso entre los diversos sectores del país. Sus primeras y, sensiblemente, finales intervenciones dieron testimonio del peso moral y del respeto que su historia pública y testimonio de vida provocaban en todas las corrientes políticas representadas en el órgano legislativo boliviano. Así entonces, el paso de Ana María Romero de Campero dentro de la función política fue trascedente debido a su honestidad y su sensibilidad humana. En su caso, las instituciones se prestigiaron por su trabajo y su personalidad, y adquirieron así importancia en todos los niveles” (CNDH, s/f).
La carrera profesional de Romero de Campero esta repleta de logros, entre los que se pueden mencionar: Premio Nacional de Periodismo por una labor ejercida con reconocida ética y excelencia profesional (1998); presidente-fundadora del Círculo de Mujeres Periodistas (1972-74); primera mujer en ocupar la presidencia de la Asociación de Periodistas de La Paz (1988-1990); presidente de la Asociación Nacional de la Prensa (1994-1995); secretaria general de la Unión Católica Latinoamericana de Prensa (UCLAP); miembro del Consejo Permanente de la Unión Católica Internacional de la Prensa (UCIP); vicepresidente de la Federación Internacional de Diarios y fundadora de la Fundación UNIR Bolivia (2003). Entre sus obras intelectuales se encuentran: “País intimo”, “Ni todos, ni tan santos” y “Cables cruzados”.
Bibliografía
CNDH, México. (s/f.). Muere Ana María Romero de Campero, primera Defensora del Pueblo de Bolivia (ombudsperson). eabolivia. (26 de octubre 2010). Muere Ana María Romero de Campero, senadora y ex Defensora del Pueblo. Eabolivia. Lehman, K. (1999). Bolivia and the United States: a limited partnership. USA: University of Georgia Press. Sandoval, V, Portugal, R y Villegas, S. (2022). Mujeres de la comunicación Bolivia. La Paz: FESCOMUNICACIÓN. Opinión (27 de octubre de 2010). “Ana Mar” una mujer y periodista ejemplar. Opinión. Youngers, C. y Rosin, E. (2005). Drugs and democracy in Latin America: the impact of U.S. policy. USA: Lynne Rienner Publishers. Inc.RECURSOS MULTIMEDIA