Autora: Aida Evelyn Baya Aguilar (Cochabamba)
Biografía Recomendada - I Concurso Nacional de Ensayos Biográficos "Mujeres en Nuestra Historia"
Introduciendo a la pionera
Aida Claros Rosales estudió medicina en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) durante los años 50. Fue la primera mujer especializada en Ginecología y Obstetricia en Bolivia y primera mujer candidata a Rectora. Trabajó en las siguientes instituciones: Confederación de Instituciones Femeninas de Cochabamba, Mujeres Profesionales Universitarias, Comité Cívico Femenino, Club de Libro Nataniel Aguirre y el Apostolado de los Cursos Pre - Matrimoniales.
Fue catedrática y colaboró como ministra de Prevención y Salud Pública en el gobierno de Lidia Gueiler Tejada. Aida Claros promovió justicia desde su posición en la democracia cristiana.
Así comenzó todo
Hablando con Aida, trato de indagar sobre cómo comenzó su gusto por esta carrera ¿Cómo decidiste estudiar medicina? La respuesta fue más sencilla de lo que esperaba y me contó que desde pequeña fue su abuela quien le inspiró.
Ella curaba con plantas especiales, como wira wira (una planta antiinflamatoria), la planta paico (usada para curar afecciones gastrointestinales) y varias otras más. Con tal de brindar dedicación, cuidado y salud a las personas que la rodeaban, especialmente a las mujeres.
“La religión ha jugado un papel muy importante en mi vida. Mi familia era netamente católica (…). Cuando salí bachiller el 29 de diciembre del 50 un día viernes, mi mamá me dio ciertas reglas para un juego. Se trataba de escoger una opción de entre tres papeles que decían: medicina, profesora, derecho. Lo que ella me dijo fue: ponte frente a la estatua de San Pedro y reza el Credo. Sacarás de este sombrero un bolillo de papel. Hice los pasos correctamente como ella me decía, recé el Credo, saqué el primer bolillo y salió medicina. Luego hubo una segunda oportunidad y de nuevo saqué medicina. Por último, una tercera y me sorprendí. Por ende, fue ahí cuando me di cuenta que debía entrar en el mundo de la salud (…)” (Claros, comunicación personal, 13 de julio de 2021).
Su actuar, su carácter y su fuerza de voluntad han sido un ejemplo a seguir para muchas mujeres de su tiempo, pues es sabido que en esa época era casi imposible que una mujer estudiara medicina, debido a que era una carrera dictada por y para hombres. Al principio, su curso contaba con ciento cincuenta alumnos, de los cuales sólo diecisiete eran mujeres.
Las dificultades de ser mujer en la medicina
Durante la década de los cincuenta y sesenta, las mujeres médicas no tenían contratos, ni salario. Algunas de ellas trabajaban gratis, otras se conformaban con una paga muy baja. Aida cuenta que las mujeres seguían apostando a ganar, para lograr una meta profesional y personal. Continuaban su labor a pesar de que muchos padres y esposos consideraban que “formar y cuidar de la familia” era el rol fundamental de una mujer, aunque tuviese profesión, mientras que el hombre podía estudiar y ejercer como médico sin dificultad.
A pesar de estos obstáculos, las galenas en nuestro país lograron abrirse camino especializándose en distintas ramas, aunque muy pocas en la investigación. Muchas de ellas en ese tiempo y en la actualidad, siguen luchando por ocupar puestos de alto rango y de decisión, que impacten en la salud de las mujeres bolivianas.
Para una mujer médico, obtener un ítem reflejaba el reconocimiento del Estado hacia su trabajo y no sólo significaba seguridad laboral y social en la institución donde ejercía la medicina. Pero, para muchas doctoras, obtener ese ítem fue fruto de años de trabajo y sacrificios: “Siempre he sido muy dedicada a ellos. Trabajé durante nueve años gratis en la Maternidad, sin ítem” (Claros, comunicación personal, 13 de julio de 2021).
A modo de conclusión
Este relato sobre la experiencia profesional de mi abuela es un tributo agradecido al trabajo que desarrolló de día, tarde y noche por muchos años. Las diferentes acciones que realizó se han basado en observar, entender y solucionar las afecciones más relevantes, principalmente en mujeres y niños. Por lo tanto, este relato presenta la parte más cálida, comprometida y real de su vida profesional, siendo pionera en la medicina.
Al terminar, me pregunto: ¿Es importante el papel de la mujer en la medicina y la ciencia? Por supuesto, respondió, debido a que nosotras podemos generar varios cambios en nuestra sociedad, pero, sobre todo, ayudar al resto de mujeres que tiene diversas necesidades médicas, legales, económicas y sociales que resolver.
Yo me quedo grabando el resto de la conversación con mi abuela y aunque en algunos momentos me cuenta varias veces la misma anécdota, sólo puedo admirarla y pensar que algún día puedo ser tan valiente como ella y que quizá el nombre que me heredó sea de buen augurio para una pronta mujer profesional, que también tiene ganas de servir a su sociedad
Bibliografía
Bayá, A. (27 de junio de 2021). Entrevista con Aida Claros [Comunicación personal]. Bayá, A. (13 de julio de 2021). Entrevista con Aida Claros [Comunicación personal].
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