Ada Rosa Arenas Subelza
(1942 - 1992)

Autora: Ada Sandoval (Santa Cruz)


Era el 21 de agosto de 1971. Las balas silbaban en los ventanales de una casa en la Av. 20 de octubre de La Paz. El Gral. Hugo Banzer lideraba un golpe de Estado y enfrentaba la resistencia popular. Ada Rosa Arenas, embarazada del que será su hijo Franz, y en compañía de sus hijas, Dunia de 7 años y Vania de un año, esperaba a su esposo Isaac Sandoval, ministro de Trabajo del derrocado gobierno del Gral. Juan José Torres, quien aún se encontraba en el Palacio Quemado.

La difícil situación generó un mar de incertidumbre en la familia. La radio emitía marchas militares, que sólo aumentaban más la angustia de las tres. Días después, Ada Rosa recibió la visita del que fuera edecán de su esposo. Traía un papel escrito a mano por él, comentando que había logrado huir de Palacio Quemado hasta una embajada y que se encontraba bien.

Ella protegió la vida de sus hijas y de su hijo en el vientre, ocultando su identidad, viviendo en la clandestinidad y volviendo a Santa Cruz para dar a luz a su hijo. Posteriormente, como miles de familias, fue obligada a salir al exilio como consecuencia de la consolidación del gobierno dictatorial de Banzer.

Años antes, junto con su esposo, habían trabajado como abogados laboralistas y defendieron los derechos de los trabajadores. El exilio y la persecución política fueron hechos que marcaron el rumbo de la vida familiar, pero no impidieron que Ada Rosa Arenas haya dejado un legado visible, en medio muchas dificultades por ser una mujer que asumió una vida que transgredía los roles de género de la época. A su retorno del exilio, ella continuó su trayectoria como abogada laboralista, asesorando a la Federación de Fabriles de La Paz, a los sindicatos de enfermeras, a la Asociación de Periodistas de Bolivia, entre otras organizaciones sindicales.

Adita, como le decía su familia, amaba cultivar su espíritu y su intelecto. Sus padres emigraron desde Tarija a Santa Cruz, en 1954, cuando ella tenía doce años. Inició sus estudios en Tarija y ya en Santa Cruz, estudió en el Colegio Santa Ana. Le encantaba la literatura clásica que leía en la biblioteca del colegio y tocaba el piano desde niña. Años después, estudió Derecho en la UAGRM. Era una de las seis mujeres universitarias de su facultad, entre 1959 y 1963. A sus 20 años, se casó con Isaac y juntos asumieron un proyecto de vida de compromiso social con los derechos humanos y especialmente de los derechos de los trabajadores (Sandoval Arenas, 2013).

La abogada laboralista fue expositora en congresos de derecho laboral en Brasil, Cuba, España, Perú, entre otros países. Fue consultora para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1977. En determinado momento de su vida decidió seguir también la carrera docente y fue invitada para hacerlo en Técnicas de Investigación, Historia de Bolivia y Derecho Laboral en la UMSA y la UCB. Fue también asesora de la Comisión de Política Social Boliviana en 1983. Asimismo, en 1991, participó como asesora de la Comisión de la Mujer de la Honorable Cámara de Diputados —a la cabeza de la diputada aymara Remedios Loza—, donde propuso cambios en las leyes laborales que beneficiaban a las mujeres (www.isaacsandovalrodriguez.com).

Fue autora y coautora de publicaciones producto de su experiencia profesional y de la investigación académica. Una de sus principales obras, el compendio titulado “Digesto Laboral Boliviano” del que fue coordinadora, recopiló todas las leyes —dispersas hasta entonces—, relativas a derechos laborales en Bolivia desde el inicio de la República. Su libro póstumo “La Mujer y las relaciones de trabajo” recoge sus últimas ponencias e investigaciones. En uno de sus textos analiza el aporte del trabajo no renumerado de las mujeres manera pionera:

“En nuestras sociedades de consumo, donde solo los valores de cambio son reconocidos, hay toda una cortina de humo para ignorar el aporte de la mujer en la producción social, que en primer término comprende un enorme volumen de fuerza de trabajo usada para que las sociedades sigan funcionando y reproduciendo sus formas de vida y que sin embargo no figura en las estadísticas como trabajo, ni se lo considera en el producto nacional. Por ello la participación de la mujer en el desarrollo no debe ser asimilada únicamente en cuanto a su participación en el trabajo remunerado” (Arenas de Sandoval, 1992).

Ada Rosa sigue estando presente en los recuerdos de sus hijos, en la sonrisa de su hija Vania, en las historias de Franz Isaac y en la mirada de su hija Dunia. Ella lo era todo. Tristemente, falleció en un accidente en carretera, el 8 de enero de 1992. Un mes antes había sido elegida presidenta de los Abogados Laboralistas de Bolivia. A su sepelio fueron a despedirla cientos de personas, que conocieron la labor de la “doctorita”, que dedicó su vida profesional al servicio de la clase trabajadora. Su sensibilidad humana y empatía con las mujeres y gente sencilla, eran su característica personal. Gracias a la lucha de personas como ella, es que se han ido reconociendo derechos para las mujeres.

Bibliografía
Arenas de Sandoval, A. R. (1992). La Problemática de la mujer y el trabajo. En A. R. Arenas, La mujer y las relaciones de trabajo (págs. 21-34). La Paz, Bolivia: Editado por Isaac Sandoval Rodríguez.

Honorable Cámara de Diputados de Bolivia. (15 de abril de 1991). Contrato de trabajo para elaborar una propuesta de modificación a la Ley General del Trabajo. La Paz, Bolivia.

Isaacsandovalrodriguez. (s/f). Ada Rosa Arenas.

Sandoval Arenas, Dunia y Vania. (2013). Homenaje a la Doctora Ada Rosa Arenas. Lex Laboral.

Personaje

RECURSOS MULTIMEDIA

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Arenas de Sandoval, Ada Rosa y Sandoval Rodríguez, Isaac (1992). Legislación del trabajo. Disponible en: https://biblioteca.uajms.edu.bo/opac_css/index.php?lvl=author_see&id=35687

ERBOL (28 de abril de 2014). Realizarán homenaje póstumo a Ada Rosa Arenas. Disponible en: https://anteriorportal.erbol.com.bo/noticia/social/28042014/realizaran_homenaje_postumo_ada_rosa_arenas